Resumo: | El inventario artístico de la época comprende tesoros de valor incalculable. Las monumentales edificaciones de San Pedro del Vaticano o San Lorenzo del Escorial; los frescos de la capilla Sixtina y las grandes obras pictóricas del El Greco, Rafael o Tiziano, el David de Miguel Angel y las esculturas de Cellini y Berruguete. En todos los campos, tanto en la arquitectura como en la escultura y la pintura, brilla una legión de maestros extraordinarios. Los textos, de gran claridad expositiva, revelan al lector los fundamentos esenciales de la creación artística durante este período. La exquisita selección de fotografías se complementa con numerosos dibujos, plantas y perspectivas axonométricas que proporcinan una visión amplia y dellada del arte de ambos países
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