Summary: | La semiótica que irrumpió a finales de los años sesenta como una moda cultural, que inmediatamente fue acusada de imperialista por algunas ciencias con las que parecía querer rivalizar, que se confundió frecuentemente con un método (el estructuralismo) o, por el contrario, con exigencias muy altas (la crítica de los lenguajes dominantes),que fue discutida, exaltada, y, por fin, se impuso por sus propios méritos, parece dirigirse hoy hacia una nueva fase que, en muchos aspectos aparece como inédita
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