Résumé: | El sentido político de la profesión están en la posibilidad de revalorización de la ética como indignación, de la ética como interpelación y de la ética como relación con la acción, en la posibilidad de seguir imaginando la emancipación. Las ciencias sociales no pueden resignarse a describir con cierta objetividad y con cierto sentido riguroso lo que pasa en el mundo de la economía o en el mundo sociopolítico, en algo tienen que contribuir a prevenir y más aún a transformar sociedades que no están yendo para adelante. Con pertinacia, obstinadamente, desde el compromiso ético que nos cabe como profesionales del trabajo social, asistiendo y resistiendo, reconstruyendo los fragmentos de solidaridad (que los hay), con la conciencia de que somos responsables de nuestros actos, pero también y, fundamentalmente, del mundo en que vivimos.
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