520 |
3 |
|
|a Pascal dijo que tan necio era excluir la razón como no admitir más que la razón. La filosofía de la ciencia ha ido en menos de cien años desde un extremo (la ciencia es sólo un producto de la lógica y de la razón) al otro (en la ciencia todo vale), ignorando la recomendación de Aristóteles que bien podría resumirse en aquello de ni tanto, ni tan calvo. Este libro hace un recorrido por las principales corrientes de la filosofía de la ciencia; pero, no es un mero manual. Es un ensayo que reivindica la razón, aunque no sólo la razón lógica, y que se vale del análisis de dichas corrientes, para ilustrar una tesis: la necesaria revisión de las tareas de la filosofía de la ciencia como un área de reflexión tanto ante como post en relación a la ciencia. La filosofía de la ciencia, sostiene el autor, tiene la obligación de plantearse preguntas radicales acerca del mundo que se supone detrás de las apariencias, abriendo camino a las respuestas de las ciencias. La filosofía de la ciencia puede y debe, además, ocuparse tanto del análisis de la estructura de las teorías científicas, como de la existencia o no de criterios que regulen su evolución y de cuantos factores tengan que ver con la praxis científica, con la vida y la obra de las comunidades hacedoras de ciencia, que quizá no sean de razón lógica, pero sí de razón histórica. No hacerlo así responde, a menudo, a intereses ajenos a la filosofía y a la miopía y la excentricidad de buena parte de los filósofos de nuestro tiempo, incapaces de ver el todo perdiéndose en el bosque de los pensamientos dicotómicos, los particularismos y las salidas de tono.
|