总结: | El libro La Marimba como Patrimonio Cultural Inmaterial surge en el contexto de inscripción del elemento Músicas de marimba y cantos tradicionales del Pacífico sur de Colombia? en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, proyecto al que Ecuador se adhirió por tratarse de un elemento patrimonial común a los pueblos afrodescendientes de ambas naciones. En función de este empeño, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural ha promovido activamente el desarrollo de estudios académicos como el que aquí se presenta para enriquecer el conocimiento sobre el Patrimonio Cultural Inmaterial de la población afrodescendiente del país. La primera parte de la publicación describe el entorno geográfico, histórico y social que rodea a la marimba y a los cantos tradicionales afroesmeraldeños, enfatizando cómo su origen y producción contemporánea responden a la fusión de diferentes vertientes culturales desde la época colonial. También se exponen las formas de transmisión generacional de conocimientos sobre la marimba que contribuyen a mantener vivo este patrimonio, a la vez que se analiza sus funciones socioculturales como símbolo de resistencia frente a la experiencia histórica de esclavitud y exclusión de la población afrodescendiente y su papel como referente contemporáneo de la identidad colectiva afroesmeraldeña. Por su parte, los cantos tradicionales del pueblo afroesmeraldeño: salves, alabados, arrullos y chigualos se caracterizan por su naturaleza religiosa y se entonan en momentos especiales como el fallecimiento de un familiar y las fiestas parroquiales, cantonales o nacionales en honor a los santos católicos. Allí, los cantos tradicionales cumplen la función de demostrar solidaridad con los familiares del difunto, así como de forjar lazos sociales más extensos dentro de la comunidad. A lo largo del libro, la perspectiva antropológica empleada descubre los significados y sentidos creados alrededor de la marimba y los cantos tradicionales por parte de músicos renombrados, detentores de conocimientos ancestrales, activistas culturales y la ciudadanía esmeraldeña, de modo que el valor de estas manifestaciones culturales se ve afianzado por la propia voz de los portadores del patrimonio inmaterial.
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