Summary: | El Perú está ad portas de cambiar de gobierno, por cuarta vez consecutiva de manera democrática, es decir hemos logrado vivir 16 años de democracia ininterrumpida. Todo un record. Durante todo este tiempo y desde 1992, la política ha estado divorciada de la economía, es decir que acontecimientos políticos de distinto fuste no han influenciado la marcha económica, ni menos el modelo de crecimiento primario-exportador y de servicios que tiene el Perú. Esto suscita dos preguntas. Por un lado, ¿es posible que el modelo económico sea inmune a turbulencias políticas? Es decir que tenga mecanismos que hacen que eventos políticos como las elecciones, no altere las decisiones y comportamientos económicos, o, por otro lado, el sistema político es tan débil y desarticulado que no es capaz de afectar al modelo y a las políticas económicas.
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