Summary: | En este número de EUTOPÍA, se aborda el tema de los cambios que experimenta el trabajo en los territorios rurales, sin duda, uno de los ejes de las actuales transformaciones en el medio rural. Nuestras sociedades experimentan profundos cambios en las relaciones sociales, en las estructuras agrarias y en los mercados que configuran los actuales territorios rurales. Muchas de estas transformaciones provienen de novedosos procesos de vinculación con el mercado mundial que moldean los territorios, no sin resistencias de los actores locales. Los agronegocios o las firmas como prefieren denominarlas algunos autores, son sin duda actores centrales en la configuración de nuevas territorialidades, en especial en los cambios que experimenta la fuerza de trabajo y por supuesto, las economías campesinas. La reciente revalorización del medio rural a partir de la crisis de alimentos de principios de esta década ha significado una completa mercantilización del espacio rural. Por fin, la tierra se ha transformado en una plena mercancía a nivel global, un proceso similar al que Polanyi había señalado para la fuerza de trabajo hacia 1834. Estaríamos entonces en la presencia de una segunda gran transformación agraria, en este caso como eje central la desregulación del mercado de tierras. Los agronegocios crecieron como hongos y están por todo lado. Compran tierras, corrompen gobiernos, siembran cultivos para agrocombustibles y alimentos, invierte en la bolsa, se trasladan de uno a otro lado del océano para especular con este recurso que todavía hace una década atrás era considerado de mucho riesgo y no muy rentable. Toda esta dinámica de especulación capitalista tiene, no obstante, un lado obscuro no suficientemente conocido: la desestructuración y crisis de la economía campesina. En este contexto, los territorios rurales sufren modificaciones importantes en la medida en que los agronegocios los moldean a su antojo o pueden encontrar resistencias a sus estrategias. ¿Hasta qué grado, por ejemplo, tienen una relación débil con el territorio? ¿Cuál es el impacto de su presencia sobre la viabilidad de la economía campesina? ¿Generan empleo o al contrario lo destruyen? Estas preguntas son importantes para poder visualizar los cambios que experimentan los territorios rurales y para mirar el sentido y la orientación de estos cambios que afectan no únicamente a los asalariados rurales sino también a los campesinos, y en general a los pequeños productores rurales. Como lo señalamos en la convocatoria a este número, en determinados territorios se experimentan nuevos procesos de proletarización rural, mientras que en otros, se acentúan las formas de explotación precaria y la flexibilidad en el mercado de trabajo. Muchos de estos procesos provienen de dinámicas exógenas vinculadas a los intereses de las empresas extranjeras, otros, responden al diseño equivocado de políticas públicas que privilegian la transformación del territorio rural bajo una perspectiva mercantilista y rentista.
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