Summary: | Dentro del actual proceso de cambio en el que se hallan inmersos todos los estamentos del Estado, es confortante y satisfactorio, para todos aquellos que conformamos la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero, poder constatar el cambio trascendental que ha sufrido la misma, a fin de garantizar con su personal un trabajo técnico, responsable y acorde a las leyes y reglamentos /¡gentes en la actualidad. No se ha dejado de lado la idea de crear un ambiente propicio para el desarrollo de estos retos, el cambio no sólo va por la fachada institucional, es aún más profundo, es buscar la satisfacción de un trabajo bien realizado, en un ambiente de confort. Esto es visible con cambios como el de la Regional La Libertad, la adecuación de oficinas para atención al cliente de las Regionales Santo Domingo, Tulcán, Sucumbíos, sin dejar de parte la idea del buen vivir para el personal como es el caso de la Regional Centro Oriente. Sabemos que estos son pequeños pasos en la gran tarea de precautelar el bien más grande que posee el país, su gente, el petróleo y sus derivados, tarea a nosotros encomendada y que nos obliga a seguir creciendo, buscando la capacitación constante de nuestro personal técnico, la implementación de tecnologías informáticas actuales, de equipos e instrumentos de control eficientes y efectivos, para un manejo amigable con el medio ambiente de todos los procesos hidrocarburíferos. Estamos creciendo, forjando un orden de servicio a la comunidad, muy pronto nuestra presencia será evidenciada en el campo de la calidad con Laboratorios en puntos estratégicos del mapa Hidrocarburífero como Guayaquil y Esmeraldas; nacerá el Centro de Control de la Calidad de Hidrocarburos en Quito, capaz de procesar muestras de crudo y sus derivados, para determinar la calidad de los mismos, podremos hablar de un control a los lubricantes; ambientalmente estaremos capacitados para emitir criterios sobre calidad de agua, y seguiremos más hacia el objetivo de que la soberanía de nuestros recurso petroleros este manejada bajo un control social y técnico al 100%. La tarea es larga pero motivadora, la herencia a nuestras próximas generaciones se está forjando, gracias al personal técnico y administrativo que conforman la ARCH, sabemos que los recursos no son inagotables, y mientras los sigamos explotando debemos controlar que se lo haga dentro de un marco de respeto hacia la naturaleza y las leyes del país. No olvidemos que los cambios son siempre posibles, solo depende de nuestra voluntad y las ganas que coloquemos en cada una de nuestras actividades; ser parte fundamental del engranaje de un país en desarrollo constante es nuestra obligación y depende de nuestra actitud, que nunca desmayemos en función de conseguir ese país sin desigualdades y proactivo ante el mundo. La meta esta propuesta, ahora todo depende de nuestro espíritu y ganas, por otro año más lleno de cambios y nuevas conquistas, porque el nombre de la ARCH sea símbolo de equidad, control y salvaguarda del bien futuro del Ecuador y se mantenga en el sitio que hoy se lo ha ganado gracias a esa gente que día tras día se entrega a su trabajo llena de fe, amor, responsabilidad y honestidad en cada una de sus actividades a ellos encomendadas.
|