Summary: | Los señores étnicos desempeñaron un papel clave entre las dos sociedades, española e indígena. La primera les conservó parte de sus prerrogativas, pero a cambio de una sumisión total con miras a transformarlos en correa de transmisión a la vez imprescindible y eficaz. Solidaridad étnica y colaboración colonial fueron, pues, los dos polos opuestos entre los cuales la actitud de los caciques pudo variar, en función de las épocas, de la naturaleza de los problemas que resolver y de los individuos. A partir del caso de don Francisco de Zamora en la región de Latacunga y a lo largo de unos sesenta años, este libro analiza las diversas facetas de los combates de un cacique del siglo XVIII en favor de sus subditos, sus repelidos enfrentamientos con las autoridades españolas a nivel local y de la Audiencia, pero también su manejo del poder y la defensa cada vez más evidente de sus intereses personales. Esos episodios permiten un acercamiento sugerente al alcance y a los límites de la "justicia indígena", al cuestionamiento, desde varias ópticas, de la legitimidad cacical a lo largo del último siglo colonial, a la borrosidad de las fronteras entre solidaridad étnica y colaboración colonial y a la plasticidad de las luchas por parcelas del poder local en los pueblos andinos de la época.
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