| Sumario: | La novela no acaba de definirse como novela negra o novela policial, detectivesca, pero se presenta como un thriller y engancha al lector desde el principio. Está estructurada en capítulos no cronológicos que llevan los nombres de las mujeres que aparecen indistintamente en el transcurso de la historia hasta volverla circular a la manera de un uróboro: son los nombres de las mujeres, víctimas o no: Frida, Rafaela, Carmen, Lídice, Ana. A través de ellas se construyen versiones de los crímenes cometidos y las respectivas venganzas, en una trama tejida de modo muy inteligente y diestramente manejada, donde cada personaje está bien caracterizado, ya que a más del rigor formal hay un perfil psicológico claro; las mentes criminales de los asesinos, tanto como de las mujeres víctimas, las magníficas descripciones de estas y las subsecuentes respuestas que obtienen de la sociedad, son muy precisas, lo cual da como resultado una obra compacta, en uso de una narración fluida.
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