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|a Este ensayo sobre la posición de Lenin en filosofía, y que se refiere fundamentalmente a Materialismo y empiriocritisismo, es nuevo y, puede decirse, revolucionario en su ámbito. Por primera vez contamos con los fundamentos para compreder la intervención de Lenin. He aquí un análisis de los descubrimientos científicos que han trastocado la física clásica, la han arrancado de la paz de sus certidumbres, y han lanzado a los sabios a la llamada crisis de la física moderna. Pero una crisis de crecimiento no es una crisis crítica, salvo para los sabios cesconcertados que se abandonan con frecuencia a la divina sorpresa de la ideología que dormita en ellos. De allí el origen de la fabulosa producción, analizada por Lecourt, de ideologías científicas(por ejemplo , el energetismo de Ostwald) y de filosofías de los sabios (por ejemplo, el empiriocriticismo de Mach). Estos piensan dar a la ciencia la filosofía que necesita, retomando de este modo, adaptarlas, las viejas tesis de la filosofía de los filósofos. Lúcida y firmememente, Lenin coloca las cosas en su lugar. No, la materia no ha desaparecido. Hay que criticar la explotación idealista de la transformación de la física y comprender la dialéctica de su crecimiento. Lenin no interviene en la práctica y los conceptos científicos sino sólo en la filosofía y la ideología.
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