Summary: | Miedo y razonamiento son los componentes esenciales de la novela policial: la inseguridad condicionada por la ignorancia y por los niveles más elementales del hombre se enfrentan polémicamente con el ácido y penetrante pensamiento racional. Bien visto: Holmes deslumbrando y tranquilizando a Watson. La arqueología de este paradigma de detectives, de este "mago" del racionalismo del siglo XIX puede rastrearse en la relación inquisitoria entre Edipo y la Esfinge, en las adivinanzas de Las MIl y una noches o en el prepotente caudal indagatorio que caracteriza el circuito del pensamiento a partir del siglo XVI: el escepticismo de Montaigne, la carcajada rabelesiana, el irónico juego de contrarios en el Quijote, las reticencias disolventes y solapadas en Shakespeare...
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