| Summary: | Latinoamérica es un escenario complejo para una arquitectura que se debe hacer muchas veces con medios limitados. Enrique Browne intenta describir esos límites en el marco de las diversas manifestaciones de la arquitectura que se ha realizado en Latinoamérica desde la llegada de la modernidad hasta los años ochenta. Se trata para él de una arquitectura fluctuante en la que hay que considerar diversos factores: Si el mestizaje cultural y la permeabilidad de las influencias externas son características de América Latina ? con resultados que van desde síntesis creativas hasta sincretismos frustrantes ? la incorporación de estos factores en el estudio de su arquitectura contemporánea es una tarea compleja pero indispensable. En efecto, tanto él como muchos autores captan este mestizaje característico, consecuencia de una influencia inminente que es también muchas veces buscada. Hasta fines de los años ochenta se trataba de una arquitectura marginal siempre explicable en referencia a los grandes centros de influencia cultural. De allí nacen en los escritos de los críticos latinoamericanos dicotomías como modernidad-tradición, centro-periferia, global-local, etc.; creándose un complejo de inferioridad absurda, como si ese tipo de relaciones sólo tendrían que darse en una arquitectura latinoamericana cuya propia condición le hiciera imposible aportar positivamente al desarrollo de la arquitectura en el mundo. Las síntesis creativas que menciona Browne serían para él esas esperanzas no perdidas de inventar arquitectura desde esta parte de la tierra.
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