Summary: | Día a día así lo observó hace más de setenta años N.W. Ayer- las imágenes de nuestro tiempo se registran vívidamente en los mensajes publicitarios. De hecho, la publicidad no sólo anuncia bienes y productos comerciales: también promociona hábitos de consumo, estilos de vida y valores. Así, el consumo de bienes surge como u n fenómeno que excede en mucho el aspecto económico. El público aprecia no tanto lo que los productos le ofrecen funcionalmente como lo que prometen emocionalmente o sugieren en un nivel simbólico. Considerada en este contexto, la publicidad es multifacética: combina la información con la persuasión y el espectáculo. Es una realidad económica e industrial pero, también, un renovado y rico archivo de modos culturales. Asimismo, un espejo donde se reconoce la sociedad, pero, a su vez, un instrumento de influencia y poder. A pesar de la probada eficacia retórica de los mensajes publicitarios para despertar necesidades y deseos latentes, poco se ha hecho para desarrollar el corpus teórico que le dé a la publicidad jerarquía académica. Los textos y manuales en uso se agotan en el cómo sin dar sólidas razones del porqué. La publicidad estratégica propone remediar esta carencia vinculando la problemática publicitaria a la semiótica, la retórica y la heurística. Este juego interdisciplinario es, según el autor, el camino más adecuado y oportuno para que la publicidad alcance el estatuto académico y científico que se merece.
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