| Summary: | Al hablar de los Cañaris, los historiadores tanto antiguos como modernos están de acuerdo en un punto, aunque en otros quizás discrepen: el papel descollante jugado por aquellos en el proceso histórico que se inicia con la invasión de los Incas a lo que hoy es el territorio ecuatoriano y culmina con la conquista del Reino de Quito por los españoles. Efectivamente, los Cañaris fueron los primeros en desconocer la soberanía del último de los representantes del Tahuantinsuyo, el monarca quiteño Atahualpa. Le obedecieron por algún tiempo en acatamiento a la voluntad de Huayna-Cápac, quien había dividido su imperio entre sus dos hijos, dejando en herencia a Atahualpa el Reino de Quito y a Huáscar la parte sur del mismo, o sea el Cuzco. Huayna-Cápac fue querido de los Cañaris por haber nacido en la ciudad de Tomebamba y por las muchas obras por él realizadas en ta tierra natal y en toda la nación Cañar. Pero luego de su muerte vino la disputa entre los dos herederos por la posesión de la provincia de los Cañaris, creyéndose cada cual con derecho a mandar en ella. Al mismo tiempo, los Cañaris, viendo en esa disputa la ocasión propicia para recuperar su libertad, resolvieron aliarse con Huáscar para juntos luchar contra el Rey quiteño.
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