| Summary: | La pasión vocacional de la enseñanza conmueve el alma. Las sendas de la pedagogía no tienen ningún parangón. Son tan ricas las esperanzas de sembrar que su misión se caracteriza por ser ilímite. Nunca mueren. Nunca se agotan. Se renuevan y se vitalizan, dentro de la perennidad del espíritu. Estas páginas constituyen un anhelo, sincero a la vez que sencillo, tratando de sembrar en los surcos abiertos para las acciones del bien. Si acaso alguna semilla, por la bondad de un corazón generoso, logra fructificar, será una íntima satisfacción agradecida el único regalo para nuestro afán. PUPILAS DE AYER, quedan ofrecidas a quienes fueron alumnos y alumnas en la decencia, dentro de la que decurrió mi vida. 5. se logra el milagro de avivar recuerdos afectivos y cordiales, mi alma se sentirá dichosa.
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