| Резюме: | Dentro de la agenda que definió la Corporación Andina de Fomento para colaborar con una mayor y más productiva inserción de sus países accionistas en la nueva economía global, ocupan lugar prioritario la dotación de infraestructura sostenible y el mejoramiento de la logística, dada la decisiva contribución que encierran estas áreas para el incremento de la competitividad y la integración. Desde hace casi una década, la Corporación se sumó activamente y con una visión integral a la tarea de unir físicamente a la región latinoamericana, reservorio de una geografía que si bien por ser muy diversa crea ciertas barreras naturales, encierra al mismo tiempo enormes potencialidades. La incorporación de la CAF a esta tarea -a través de un plan de acción coherente y sustentable- se produjo en forma concertada y selectiva e incluyó su participación en varias iniciativas de alta importancia -en especial en los sectores del transporte, la energía y las telecomunicaciones-, con el fin de atraer la participación privada y las inversiones, en un marco de competitividad y sostenibilidad. El rol catalítico de la CAF ha sido importante en la canalización de recursos destinados a la ejecución de diversos proyectos públicos y privados de infraestructura -esenciales para el desarrollo nacional y regional-, así como su apoyo a través de operaciones de cooperación técnica que han colaborado en la identificación de los proyectos prioritarios por parte de los gobiernos y propiciado la acción mancomunada en la infraestructura y logística. En este contexto, un aporte de singular importancia lo constituye la realización -con el concurso de distinguidos profesionales e instituciones- de exhaustivos estudios contentivos de enfoques consistentes y planteamientos técnicos pragmáticos, destinados a contribuir a la eliminación de los cuellos de botella que suelen dificultar los avances en esta materia y que muchas veces no demandan mayores inversiones para ser solucionados, sino más bien voluntad política e interacción por parte de los gobiernos, trabajo mancomunado entre los sectores público y privado, y la participación de los actores directos que circulan por estos vasos comunicantes de la infraestructura, incluyendo empresas e instituciones.
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