| Summary: | la caries dental es uno de los principales problemas de atención del odontólogo, y es necesario que el tratamiento de esta enfermedad se realice de tal manera, que la preparación cavitaria asegure una eficiencia total para evitar recidiva, y por tanto la seguridad de retirar todo el tejido carioso. Pero algunas veces y por diferentes causas: posición de la caries, pacientes difíciles, hipersensibilidad dentaria, falta de visibilidad, profundidad cavitaria, etc., el operador convencido de haber retirado todo el tejido carioso, procede a obuturar la cavidad, en la creencia de haber realizado su trabajo a cavalidad, pero no siempre por las causas anotadas se puede realizar una limpieza cavitaria total, y las consecuencias, a veces no inmediatas se presentan con molestias y dolor manifiesto, que hace que el paciente vuelva al consultorio del odontólogo, el que constatará la presencia de tejido enfermo. Al no ser retirado completamente el tejido carioso, ha de quedar en el interior cavitario, microorganismos que en la mayoría de las veces seguirán el proceso de caries debajo de la obturación, con su secuela sintomática e incidiendo en el buen desempeño profesional.
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