Summary: | INTRODUCCIÓN
La ciencia que necesita un estudiante de Medicina ha de tener el brillo de lo
nuevo. Esto se cumple de manera particular con la Embriología, porque últimamente
esta materia destaca por los abrumadores logros que está incorporando al saber
médico. Los adelantos recientes en la genética, citoembriología, la ecografía, o la
tomografía axial computarizada, brindan al futuro médico una destacada plataforma
para comprender mejor los procesos del desarrollo del ser humano desde su origen.
Y de aquí deriva otra poderosa razón para considerar la Embriología de manera
unitaria en la que se integren el enfoque morfológico, fisiológico, experimental y
clínico. Pues tales aspectos subyacen de modo propio en la ontogenia del individuo
como algo dinámico y de la mayor importancia para la adecuada comprensión del problema de la vida.Un primer propósito del estudio de la Embriología es adquirir los fundamentos
morfológicos básicos necesarios al correcto entendimiento de la estructura, función y
el valor práctico en la clínica médica. En efecto, nada más lógico para comprender la
complejidad del cuerpo humano, que comenzar por el estudio de la Embriología que,
aunque no sea más sencilla de investigar, ofrece un esquema simplificado de la
Anatomía Humana. Por eso también se define la Embriología como Anatomía del
Desarrollo y, quizás, habría que puntualizar “del desarrollo intrauterino” para ser
más exactos. La razón es que realmente hasta después de los 20 años no se puede dar
por concluido el desarrollo somático; y, de algún modo, se puede admitir que abarca
la entera existencia de la vida del hombre. Ahora bien, teniendo en cuenta la
exquisitez y altura en que se desenvuelven las investigaciones embriológicas, su
consideración hacen de la Embriología una ciencia muy apta para configurar la
mentalidad científica del médico.
El hombre, que es la parte esencial del objeto de la Medicina, se puede estudiar
como un ser vivo semejante a muchos otros. Sobre todo cuando se contempla
desconsideradamente, en su simplicidad biológica, despojado de las cualidades que
le hacen apropiado de los más altos designios. En este contexto de la vertiente
cualitativa, la visión que obtenemos del hombre queda muy distante de todos los
demás.Para conocer el cuerpo humano, empezaremos su estudio por el principio, por
conocer su origen en la vida del hombre. Ya los antiguos sabios se preguntaron por el
problema del origen: ¿En qué momento comenzamos a vivir? Y cuando conseguían
una respuesta aceptable, por ejemplo, declarando que omne vivum ex ovo (todo vivo
procede del óvulo) o ‘con la fecundación’, continuaban sus indagaciones dirigidas a
explicar el desarrollo del ser vivo. En efecto, para cualquier observador el fenómeno
del desarrollo es un hecho evidente, existe. Pero, ¿cómo y porqué se inicia el
J. Ullán
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desarrollo?, ¿qué fuerzas actúan para crecer o para diferenciar las partes del cuerpo?
Por este itinerario, seguiremos el estudio del ser humano en las etapas más cruciales
del vivir que son precisamente las que abarca el periodo de vida intrauterino:
embrionario y fetal. Sin embargo, tal estudio habrá que dirigirlo no a desentrañar las
últimas causas de la vida del hombre, sino sencillamente a describir el fenómeno.Es habitual distinguir fases o periodos cuando se estudian los procesos propios de
la Embriología. Sin embargo, la vida del hombre no es yuxtaposición de actos
independientes e incomunicados entre sí. Por el contrario, el desarrollo en el tiempo
de una criatura corpórea y espiritual, poseedora de un pasado y dueña de su futuro,
constituye un continuo devenir. Además, el modo de “contar” el tiempo depende de
cada organismo, aunque las diferencias entre un individuo y otro -y esto vale para el
embrión- pueden parecer imperceptibles si la unidad temporal está marcada por unos
estrechos límites.
Para el biólogo el hombre queda definido como ser vivo pluricelular, del reino
animal, vertebrado y mamífero (cubierto de pelo). El hombre como mamífero
muestra ciertas características cromosómicas de los metazoos. Está dotado de 46
cromosomas: 22 pares de autosomas y 2 cromosomas sexuales diferentes (XX en la
mujer, XY en el varón). Es por tanto heterogamético. Tiene esqueleto axial (columna
vertebral), por tanto con simetría bilateral axial, y además cuatro extremidades. Y
además de las características de cada individuo, las propias de la especie que lo
distancian de los animales:
a) físicas: bipedestación, manipulación (pulgar oponible);
b) mentales: lenguaje hablado y escrito, pensamiento, imaginación, capaz de prever
el futuro, anticipación de consecuencias, aprendizaje, sentido moral y autocrítica, etc.
El propósito de la biología es la comprensión de los organismos y sistemas
vivientes. En el constante cambio de los seres vivos se aprecian ciclos rápidos, para
mantener la homeostasis o las condiciones fisiológicas, y otros lentos entre los que se
cuenta al ontogenia, el proceso que conduce a la maduración del organismo
individual, en el que se encuadra la Embriología.La visión del médico amplía los términos de este modo de entender al hombre. El
desarrollo humano comienza en el momento de la concepción, por medio de la
fecundación. En el proceso de la fecundación el espermatozoide se fusiona con el
óvulo o célula germinativa femenina. Entonces el nuevo ser está formado por una
sóla célula, el cigoto. El prodigioso incremento del número de células determinará
que en el momento de nacer su cuerpo conste de varios cientos de miles de millones
de células con un peso total en torno a los tres kilos y medio.
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