Embriología General: Introducción al desarrollo humano

INTRODUCCIÓN La ciencia que necesita un estudiante de Medicina ha de tener el brillo de lo nuevo. Esto se cumple de manera particular con la Embriología, porque últimamente esta materia destaca por los abrumadores logros que está incorporando al saber médico. Los adelantos recientes en la genéti...

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Main Author: Ullan-Serrano, J. (Jose)
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Published: Ediciones Universidad de Navarra, 1993 2016
Subjects:
Online Access:https://hdl.handle.net/10171/41690
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description INTRODUCCIÓN La ciencia que necesita un estudiante de Medicina ha de tener el brillo de lo nuevo. Esto se cumple de manera particular con la Embriología, porque últimamente esta materia destaca por los abrumadores logros que está incorporando al saber médico. Los adelantos recientes en la genética, citoembriología, la ecografía, o la tomografía axial computarizada, brindan al futuro médico una destacada plataforma para comprender mejor los procesos del desarrollo del ser humano desde su origen. Y de aquí deriva otra poderosa razón para considerar la Embriología de manera unitaria en la que se integren el enfoque morfológico, fisiológico, experimental y clínico. Pues tales aspectos subyacen de modo propio en la ontogenia del individuo como algo dinámico y de la mayor importancia para la adecuada comprensión del problema de la vida.Un primer propósito del estudio de la Embriología es adquirir los fundamentos morfológicos básicos necesarios al correcto entendimiento de la estructura, función y el valor práctico en la clínica médica. En efecto, nada más lógico para comprender la complejidad del cuerpo humano, que comenzar por el estudio de la Embriología que, aunque no sea más sencilla de investigar, ofrece un esquema simplificado de la Anatomía Humana. Por eso también se define la Embriología como Anatomía del Desarrollo y, quizás, habría que puntualizar “del desarrollo intrauterino” para ser más exactos. La razón es que realmente hasta después de los 20 años no se puede dar por concluido el desarrollo somático; y, de algún modo, se puede admitir que abarca la entera existencia de la vida del hombre. Ahora bien, teniendo en cuenta la exquisitez y altura en que se desenvuelven las investigaciones embriológicas, su consideración hacen de la Embriología una ciencia muy apta para configurar la mentalidad científica del médico. El hombre, que es la parte esencial del objeto de la Medicina, se puede estudiar como un ser vivo semejante a muchos otros. Sobre todo cuando se contempla desconsideradamente, en su simplicidad biológica, despojado de las cualidades que le hacen apropiado de los más altos designios. En este contexto de la vertiente cualitativa, la visión que obtenemos del hombre queda muy distante de todos los demás.Para conocer el cuerpo humano, empezaremos su estudio por el principio, por conocer su origen en la vida del hombre. Ya los antiguos sabios se preguntaron por el problema del origen: ¿En qué momento comenzamos a vivir? Y cuando conseguían una respuesta aceptable, por ejemplo, declarando que omne vivum ex ovo (todo vivo procede del óvulo) o ‘con la fecundación’, continuaban sus indagaciones dirigidas a explicar el desarrollo del ser vivo. En efecto, para cualquier observador el fenómeno del desarrollo es un hecho evidente, existe. Pero, ¿cómo y porqué se inicia el J. Ullán 6 desarrollo?, ¿qué fuerzas actúan para crecer o para diferenciar las partes del cuerpo? Por este itinerario, seguiremos el estudio del ser humano en las etapas más cruciales del vivir que son precisamente las que abarca el periodo de vida intrauterino: embrionario y fetal. Sin embargo, tal estudio habrá que dirigirlo no a desentrañar las últimas causas de la vida del hombre, sino sencillamente a describir el fenómeno.Es habitual distinguir fases o periodos cuando se estudian los procesos propios de la Embriología. Sin embargo, la vida del hombre no es yuxtaposición de actos independientes e incomunicados entre sí. Por el contrario, el desarrollo en el tiempo de una criatura corpórea y espiritual, poseedora de un pasado y dueña de su futuro, constituye un continuo devenir. Además, el modo de “contar” el tiempo depende de cada organismo, aunque las diferencias entre un individuo y otro -y esto vale para el embrión- pueden parecer imperceptibles si la unidad temporal está marcada por unos estrechos límites. Para el biólogo el hombre queda definido como ser vivo pluricelular, del reino animal, vertebrado y mamífero (cubierto de pelo). El hombre como mamífero muestra ciertas características cromosómicas de los metazoos. Está dotado de 46 cromosomas: 22 pares de autosomas y 2 cromosomas sexuales diferentes (XX en la mujer, XY en el varón). Es por tanto heterogamético. Tiene esqueleto axial (columna vertebral), por tanto con simetría bilateral axial, y además cuatro extremidades. Y además de las características de cada individuo, las propias de la especie que lo distancian de los animales: a) físicas: bipedestación, manipulación (pulgar oponible); b) mentales: lenguaje hablado y escrito, pensamiento, imaginación, capaz de prever el futuro, anticipación de consecuencias, aprendizaje, sentido moral y autocrítica, etc. El propósito de la biología es la comprensión de los organismos y sistemas vivientes. En el constante cambio de los seres vivos se aprecian ciclos rápidos, para mantener la homeostasis o las condiciones fisiológicas, y otros lentos entre los que se cuenta al ontogenia, el proceso que conduce a la maduración del organismo individual, en el que se encuadra la Embriología.La visión del médico amplía los términos de este modo de entender al hombre. El desarrollo humano comienza en el momento de la concepción, por medio de la fecundación. En el proceso de la fecundación el espermatozoide se fusiona con el óvulo o célula germinativa femenina. Entonces el nuevo ser está formado por una sóla célula, el cigoto. El prodigioso incremento del número de células determinará que en el momento de nacer su cuerpo conste de varios cientos de miles de millones de células con un peso total en torno a los tres kilos y medio.
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Pues tales aspectos subyacen de modo propio en la ontogenia del individuo como algo dinámico y de la mayor importancia para la adecuada comprensión del problema de la vida.Un primer propósito del estudio de la Embriología es adquirir los fundamentos morfológicos básicos necesarios al correcto entendimiento de la estructura, función y el valor práctico en la clínica médica. En efecto, nada más lógico para comprender la complejidad del cuerpo humano, que comenzar por el estudio de la Embriología que, aunque no sea más sencilla de investigar, ofrece un esquema simplificado de la Anatomía Humana. Por eso también se define la Embriología como Anatomía del Desarrollo y, quizás, habría que puntualizar “del desarrollo intrauterino” para ser más exactos. La razón es que realmente hasta después de los 20 años no se puede dar por concluido el desarrollo somático; y, de algún modo, se puede admitir que abarca la entera existencia de la vida del hombre. Ahora bien, teniendo en cuenta la exquisitez y altura en que se desenvuelven las investigaciones embriológicas, su consideración hacen de la Embriología una ciencia muy apta para configurar la mentalidad científica del médico. El hombre, que es la parte esencial del objeto de la Medicina, se puede estudiar como un ser vivo semejante a muchos otros. Sobre todo cuando se contempla desconsideradamente, en su simplicidad biológica, despojado de las cualidades que le hacen apropiado de los más altos designios. En este contexto de la vertiente cualitativa, la visión que obtenemos del hombre queda muy distante de todos los demás.Para conocer el cuerpo humano, empezaremos su estudio por el principio, por conocer su origen en la vida del hombre. Ya los antiguos sabios se preguntaron por el problema del origen: ¿En qué momento comenzamos a vivir? Y cuando conseguían una respuesta aceptable, por ejemplo, declarando que omne vivum ex ovo (todo vivo procede del óvulo) o ‘con la fecundación’, continuaban sus indagaciones dirigidas a explicar el desarrollo del ser vivo. En efecto, para cualquier observador el fenómeno del desarrollo es un hecho evidente, existe. Pero, ¿cómo y porqué se inicia el J. Ullán 6 desarrollo?, ¿qué fuerzas actúan para crecer o para diferenciar las partes del cuerpo? Por este itinerario, seguiremos el estudio del ser humano en las etapas más cruciales del vivir que son precisamente las que abarca el periodo de vida intrauterino: embrionario y fetal. Sin embargo, tal estudio habrá que dirigirlo no a desentrañar las últimas causas de la vida del hombre, sino sencillamente a describir el fenómeno.Es habitual distinguir fases o periodos cuando se estudian los procesos propios de la Embriología. Sin embargo, la vida del hombre no es yuxtaposición de actos independientes e incomunicados entre sí. Por el contrario, el desarrollo en el tiempo de una criatura corpórea y espiritual, poseedora de un pasado y dueña de su futuro, constituye un continuo devenir. Además, el modo de “contar” el tiempo depende de cada organismo, aunque las diferencias entre un individuo y otro -y esto vale para el embrión- pueden parecer imperceptibles si la unidad temporal está marcada por unos estrechos límites. Para el biólogo el hombre queda definido como ser vivo pluricelular, del reino animal, vertebrado y mamífero (cubierto de pelo). El hombre como mamífero muestra ciertas características cromosómicas de los metazoos. Está dotado de 46 cromosomas: 22 pares de autosomas y 2 cromosomas sexuales diferentes (XX en la mujer, XY en el varón). Es por tanto heterogamético. Tiene esqueleto axial (columna vertebral), por tanto con simetría bilateral axial, y además cuatro extremidades. Y además de las características de cada individuo, las propias de la especie que lo distancian de los animales: a) físicas: bipedestación, manipulación (pulgar oponible); b) mentales: lenguaje hablado y escrito, pensamiento, imaginación, capaz de prever el futuro, anticipación de consecuencias, aprendizaje, sentido moral y autocrítica, etc. El propósito de la biología es la comprensión de los organismos y sistemas vivientes. En el constante cambio de los seres vivos se aprecian ciclos rápidos, para mantener la homeostasis o las condiciones fisiológicas, y otros lentos entre los que se cuenta al ontogenia, el proceso que conduce a la maduración del organismo individual, en el que se encuadra la Embriología.La visión del médico amplía los términos de este modo de entender al hombre. El desarrollo humano comienza en el momento de la concepción, por medio de la fecundación. En el proceso de la fecundación el espermatozoide se fusiona con el óvulo o célula germinativa femenina. Entonces el nuevo ser está formado por una sóla célula, el cigoto. El prodigioso incremento del número de células determinará que en el momento de nacer su cuerpo conste de varios cientos de miles de millones de células con un peso total en torno a los tres kilos y medio. 2016-10-05T08:22:27Z 2016-10-05T08:22:27Z 2016 info:eu-repo/semantics/book https://hdl.handle.net/10171/41690 spa info:eu-repo/semantics/openAccess application/pdf Ediciones Universidad de Navarra, 1993
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