Summary: | La educación es un proceso que se halla integrado por una serie de elementos, el no tenerlos presentes da lugar a una formación parcial e incompleta. Esta formación, independientemente de las estrategias pedagógicas que utilice, siempre debe estar intrínsecamente orientada a un único fin: la perfección de la persona como ser trascendente, elevándola siempre a ser la mejor versión de ella misma. La educación deportiva no escapa a este objetivo, convirtiéndose así en un instrumento que conduce también al crecimiento personal. La actividad deportiva, por tanto, constituye una oportunidad única para fortalecer no sólo el cuerpo sino también el espíritu, teniendo de este modo en cuenta la centralidad de la persona para no caer en un peligroso desequilibrio. La familia y matrimonio, como punto de encuentro, juegan también en este contexto un papel decisivo.
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