Summary: | Predomina la sensación de malestar cuando somos testigos de las distintas crisis a nivel global. Especialmente las que resultan más inmediatas y visibles, aquéllas que suelen estar relacionadas con la mejorable organización política. La sensación de malestar responde a una valoración negativa, en términos de fracaso, de las organizaciones socio-políticas que se han venido haciendo desde hace medio siglo. Lo que es evidente es que la confianza en las instituciones se tambalea desde finales de siglo XX, favoreciendo la creación de estilos de vida que giran en torno a las identidades individuales, socialmente aisladas, muchas veces contrapuestas y enfrentadas entre sí. Se puede afirmar, sin duda, que existe en general un sentimiento de frustración con la política, los políticos y la participación ciudadana en la vida pública.
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