Summary: | Desde la perspectiva antropológica suscrita en esta monografía el sentido del humor es
un soporte emocional para la felicidad y una disposición afectiva para la alegría, y por lo
tanto expresión natural de dicha virtud. Esto lo hace dependiente la buena orientación
de la inteligencia y la voluntad. En la educación familiar dicha orientación se traduce -
en buena parte- en la adecuada armonización entre afecto y autoridad, un reto que
puede ser facilitado a través del sentido del humor. Como mecanismo natural de
liberación no traumática de las emociones negativas, permite autorregular la propia
dinámica afectiva, promoviendo así competencias emocionales parentales en cuanto a
flexibilidad, mantenimiento de la serenidad, asertividad en la comunicación. Todo lo cual
contribuye a un equilibrado ejercicio de la autoridad parental.
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