Summary: | Las enfermedades no transmisibles (ENT), también conocidas como
enfermedades crónicas, tienden a ser enfermedades multifactoriales que
engloban un amplio espectro de factores relacionados con la edad, los
antecedentes familiares, la predisposición genética, factores metabólicos, la
actividad física, el tabaquismo, el alcohol y la dieta (2,3). Tales cambios en el estilo
de vida pueden disminuir los riesgos de dichas enfermedades cardiometabólicas,
como enfermedades que afectan al sistema circulatorio, diabetes mellitus tipo 2,
enfermedades del sistema respiratorio, cáncer, y la obesidad como factor de
riesgo de estas enfermedades, entre otras (4). Las ENT están en el punto de mira
de la salud pública porque producen aproximadamente un total de 31,4 millones
de muertes mundiales (5).
Los factores de riesgo metabólicos contribuyen a cuatro cambios
metabólicos fundamentales que aumentan el riesgo de enfermedades
cardiovasculares (ECV): el aumento de la tensión arterial, el sobrepeso y la
obesidad, la hiperglucemia, y la hiperlipidemia. En términos de muertes
atribuibles, el principal factor de riesgo metabólico es el aumento de la presión
arterial (al que se atribuyen el 19% de las muertes a nivel mundial), seguido por
el sobrepeso y la obesidad (6). La principal hipótesis de este trabajo es que un mayor
consumo de alimentos proteicos de alta calidad protege frente a la ECV y la
obesidad en una población adulta que sigue unas recomendaciones dietéticas de
estilo Mediterráneo
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