Humanizando la Sociología a la luz de Margaret Archer. La cuestión de la integración social en la época de la globalización

La tesis investiga cómo aplicar el enfoque ontológico y metodológico de la sociología de Margaret Archer ante los nuevos riesgos de explosión social que enfrentan algunas sociedades divididas en la actual época de globalización. En el primer capítulo comienzo señalando las premisas ontológicas rea...

Full description

Bibliographic Details
Main Authors: Irarrázabal-Covarrubias, J. (Juan), Múgica, F. (Fernando), García-Martínez, A.N. (Alejandro Néstor)
Format: info:eu-repo/semantics/doctoralThesis
Language:spa
Published: Universidad de Navarra 2022
Subjects:
Online Access:https://hdl.handle.net/10171/63741
Description
Summary:La tesis investiga cómo aplicar el enfoque ontológico y metodológico de la sociología de Margaret Archer ante los nuevos riesgos de explosión social que enfrentan algunas sociedades divididas en la actual época de globalización. En el primer capítulo comienzo señalando las premisas ontológicas realistas de la sociología de Archer. Su ontología tiene un complemento metodológico en la aplicación de la morfogénesis de instituciones y procesos a diversos ciclos históricos. En los inicios, con variados condicionamientos estructurales y culturales. Luego, con una transición social y finalmente con tiempos de elaboración sistémica. El capítulo primero explica también cómo la sociología de Archer se abre a incorporar fundamentos antropológicos y éticos para la disciplina, incluyendo presupuestos de la vida buena en sociedad. En el capítulo segundo comienzo mi propia aplicación práctica de la teoría de Archer, a un período histórico que llamo ciclo global de mercado. El punto de partida destaca el mecanismo económico y tecnológico, resultante de la sinergia o complementariedad contingente entre la acción de empresas multinacionales para ampliar globalmente sus mercados y la acción de los creadores y aplicadores de ciencia digital para difundirla universalmente. En este capítulo introduzco dos elementos nuevos, que explican una fragmentación sistémica (entre los subsistemas, sus instituciones y lógicas particulares), con otros efectos al interior de las sociedades, especialmente a partir de 1990. El primero de ellos es la radicalización de la diferenciación funcional del sistema social, que da lugar a espacios sistémicos autorreferentes-a veces autorregulados-en la economía, en la política, en la sociedad civil y en el sistema cultural. Ellos están internamente articulados, pero no hay una articulación suprafuncional que vincule todo el sistema social respetando las especificidades de cada sector. El segundo elemento nuevo es el de una monetarización invasiva en todo el sistema social. Estos dos elementos generan cambios al interior de los espacios sistémicos autorreferentes. Desde la internacionalización a la hiperglobalización económica. Desde la expansión universal de la forma estructural de economías de mercado a su financierización. Desde las democracias representativas a democracias de opinión pública y redes sociales. Desde sociedades civiles como pilares sistémicos a sociedades civiles precarizadas y desinstitucionalizadas. Desde la diversidad cultural a la radicalización de la racionalidad tecnológica, de la cultura audiovisual, y de los individualismos y soberanías identitarias. El capítulo tercero cubre un tiempo de transición y fragmentación propiamente social, que comienza hacia fines de la primera década de este siglo. Se expresa entre otros fenómenos en la gran crisis financiera mundial del 2008 y sus secuelas sociales, y se proyecta hasta ahora. En este período destaca una nueva morfogénesis, que afecta a la agencia humana, desde la pasividad a una reflexividad más crítica, enfrentada a cambios contextuales, seguida por expresivismo emocional, activismo colectivo, interacción y movilización social. Los cambios contextuales incluyen una crisis multisistémica generada por cuatro incompatibilidades contingentes. El resultado de esta crisis de incompatibilidades es una alta fragmentación social. El capítulo cuarto desarrolla cuatro pilares de bien común que serían necesarios para una elaboración sistémica de integración social, basada en la humanización sistémica. Este capítulo finaliza con el planteamiento de una nueva morfogénesis, de crecimiento de las personas como sujetos relacionales.