Summary: | El consumo de sustancias de abuso, como el alcohol y la marihuana, en los adolescentes
tiene importantes consecuencias. Podemos señalar que el uso de sustancias por
menores de edad está relacionado con el bajo rendimiento académico, problemas de
salud física y mental, así como agresiones y violencia interpersonal (Coleman & Cater,
2005; Yeung et al., 2009). Además, el consumo de alcohol en adolescentes tiene una
fuerte correlación con los patrones de consumo de alcohol a largo plazo (Patrick &
Schulenberg, 2014). Los adolescentes que comienzan a beber antes de los 13 años de
edad tienen siete veces más probabilidades de consumir cinco o más bebidas
alcohólicas,seis o más veces al mes, durante la edad adulta en comparación con los que
esperan hasta tener 17 años o más para comenzar a beber (Grunbaum et al., 2004).
La evolución de la prevalencia de consumo de sustancias de abuso ha tenido un
comportamiento dispar en los diferentes países y según sea la sustancia estudiada. Es
así, como por ejemplo, el consumo de tabaco ha disminuido a nivel mundial (GBD 2015
Tobacco Collaborators, 2017), pero por otro lado, el consumo de alcohol parece estar
disminuyendo en Europa occidental (Looze et al., 2015) y Estados Unidos (Kann et al.,
2018; Miech et al., 2019). Sin embargo, el consumo de alcohol se ha mantenido
constante en Chile, mientras que el consumo de marihuana se ha triplicado en los
últimos diez años (Observatorio Chileno de Drogas, 2018)
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