Summary: | Hemos llegado a un punto, en el que definitivamente la morbosidad y la ambición por el dinero, hace que se rompan todo tipo de normas éticas y morales inventando cada día mecanismos que afectan la paz y la tranquilidad pública, con conductas inexplicables, solamente atribuibles a un mundo perverso en el que competir por llegar a ser el primero y el más poderoso, es lo que importa. La trata y el tráfico ilegal de personas, algo relativamente nuevo para la legislación ecuatoriana, deben ser tratados como una amenaza para nuestra sociedad, vulnerable a este tipo de delitos por su condición humana.
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