| Summary: | El presente trabajo se ha desarrollado a través de consideraciones que nos muestran el origen de las relaciones de consumo, basadas en una consecuencia lógica de vinculación contractual entre los consumidores con los proveedores en general, relación en la que se destaca el respeto sólido a la teoría general del contrato como elemento único y fundamental de dichas relaciones, sin embrago de lo cual las circunstancias sobrevivientes de fenómenos como la globalización y particulares que determinaban hechos que perjudicaban al usuario y consumidor, es lo que dio lugar a que aparezcan asociaciones que orientaron sus esfuerzos a difundir la educación e información de los derechos de los consumidores, mismos que luego serían desarrollados con una visión tutelar a través de instrumentos internacionales como las Directrices de las Naciones Unidas, para luego irse incorporando a los ordenamientos jurídicos de los Estados, como en el caso ecuatoriano que comenzó por regulaciones específicas de precios y más tarde su constitucionalización. Sin duda a equivocarnos, el ciudadano usuario y consumidor en muchos de los casos se halla en total estado de indefensión frente al proveedor, sin que mucho le interese conocer el alcance de sus reales derechos, ni tampoco ejercitarlos legalmente, es por ello que frente a la nueva concepción de un Estado constitucional de derechos y justicia, que doctrinariamente resulta ser una simple continuación de los principios del Estado de derecho, se hace necesario resaltar la relevancia que encierra la protección de los derechos de una persona en sus relaciones de consumo, ya sea con un proveedor público o privado.
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