Summary: | Uno de los objetivos principales de la Bienal de Cuenca desde sus inicios, ha sido entre otros, lograr acercar al público de nuestra Ciudad con la producción artística del país y el mundo, generando espacios de discusión filosófica, que contribuya a visualizar nuevos talentos con variadas tendencias artísticas que perpetúen en el tiempo y el espacio un concepto, una idea, de nuestra realidad, cultura, nuestro modus de vivir en la cotidianidad de lo que como seres humanos proyectamos. De hecho en la propuesta conceptual de la X Bienal podemos encontrar elementos necesarios de discusión enmarcados en signos como el agua, estableciendo una conexión con el sentido mismo de su representatividad. La memoria como elemento que no se sujete a una simple revisión de hechos del tiempo, sino más bien que reafirme nuestra cultura como espacio de progreso. Esta interconexión de elementos lleva al espectador a imaginar desde su realidad a su entorno de vida, a una Cuenca llena de historias, de fantasías, de imágenes mentales. Por otro lado, debemos basar nuestra investigación en como la comprensión del mundo que nos rodea se fundamenta en aspectos de la significación que otorgamos a sus partes diferenciadas, todo lo que no es significativo, está fuera del alcance del conocimiento, por lo que ciertos elementos de nuestro entorno son reconocidos como elementos visualmente organizados. El reconocer una organización visual implica una operación semiótica mediante la cual adscribimos a algo algún tipo de sentido, orden o relación entre sus partes, dependiendo de la forma de representación, ahí, el concepto de representación debe entenderse en un sentido amplio, por lo tanto la comunicación visual se da a través de mensajes canalizados en representaciones visuales, de hecho el signo es un elemento complejo portador de información o valor significativo.
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