Summary: | El trabajo del actor en un audiovisual es de suma importancia, el espectador se compenetra y emociona con las acciones que realiza el actor. Un audiovisual transmite un sin número de cosas, entre ellas están, las emociones; cada espectador es libre de sentir y emocionarse con lo que guste, pero el actor está obligado a ser real y trasmitir. No con ese objetivo en mente, pero sí con verosimilitud y naturalidad.
Puede ser que un espectador no comprenda de técnica actoral, pero si comprende y entiende cuando algo luce real, es así, como logra empatizar con la obra y mucho más con el personaje. Existen distintas formas de trasmitir emociones, puede ser verbal o silente, puede ser mediante la mirada o por medio de sonidos; pero sin duda alguna cada audiovisual trasmite y emociona a quien lo ve.
La actuación no se trata de fingir, para lograr trasmitir emociones al espectador, lo último que se debe hacer, es aparentar. Un actor debe lograr emocionar por sí solo, sin necesidad de obligar al sonido o la fotografía que lo apoyen, siendo natural y viviendo una realidad dentro de la ficción. Cuando un actor logra sentir de verdad, transmitirá lo mismo; lo cual no significa que todos los espectadores entenderán lo mismo y sentirán igual.
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