Summary: | Tras el terremoto del 16 de abril de 2016 en Ecuador con epicentro en las parroquias Pedernales y Cojimíes, provincia de Manabí, se evidenció la falta de preparación en la prevención y alerta, planes de evacuación, protocolos técnicos de reconstrucción, etc, además de una correcta recuperación articulada entre distintos sectores, tanto particulares como gubernamentales. A causa de ello, la recuperación de la vivienda no dio paso a procesos resilientes y obligó a la población a seguir aun habitando en tiendas de campaña transcurrido un largo tiempo.
Entonces, surge la necesidad de elaborar un protocolo de reconstrucción post desastre con enfoque en la vivienda, mediante el planteamiento de una metodología que permita valorar aquellas propuestas con criterios integrales de hábitat como: confort, seguridad, progresividad, etc. Se valora la vivienda post desastre concebida como proceso, más no como producto; que posibilite la apropiación según las necesidades de la población. Además capaz de insertarse en los procesos de planificación y reconstrucción de las poblaciones afectadas.
La tecnología constructiva y los aspectos socioculturales, potencian las capacidades de la recuperación, Por tanto, la vivienda pensada como proceso, muestra la posibilidad de generar empleo y recuperar de dinámicas sociales. En este contexto, se formula un cuestionamiento en la fase post desastre que permitirá promover la vivienda temporal progresiva que desemboque en definitiva.
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