Summary: | El problema que ha significado desde siempre la presencia del delito en el destino del hombre, ha marcado una suerte de violencia y de sinsabores en su relación con sus semejantes. Delito, víctima y ejercicio de una respuesta adecuada marcan gran parte de la historia de la humanidad dentro del ámbito de la ciencia penal. De ninguna manera, es que se encuentre buen ánimo en recrear los pasajes oscuros del hombre y en su tormentosa relación interpersonal a la hora de cometer un delito y la respuesta que, el ofendido busca en satisfacción del mal recibido. Es la voluntad de entender dicho fenómeno humano desde la perspectiva del derecho penal, así como la respuesta que se ha dado desde una conciencia cada vez más sensible con la condición humana. Como consecuencia de haber asumido el Estado, a través de un largo proceso histórico, la tutela del ordenamiento jurídico, prohibiendo el empleo de la violencia en la defensa privada del derecho, se reconoce en los ciudadanos la facultad de requerirle para la protección de un derecho. Es imperativo en esta afirmación que la facultad de penar que se ha reservado para sí el Estado no puede llevarse a cabo sino por medio de un juicio justo, que comienza precisamente con el ejercicio de la Acción Penal Pública mediante denuncia.
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