Summary: | ANTECEDENTES: el primer simulador aparece en 1950, cuando Asmund Laerdal creó un maniquí (RESUSCI- ANNIE) para solucionar crisis médicas como el paro cardíaco. A finales de los ochenta Abrahamson, Gravenstein y Gaba, desarrollaron simuladores complejos, capaces de imitar eventos fisiológicos, simples y complejos como ruidos cardíacos y respiratorios. (1)
OBJETIVO GENERAL: Determinar el grado de satisfacción del aprendizaje en simulación clínica en la Carrera de Enfermería de la Universidad de Cuenca, 2017.
METODOLOGÍA: Estudio descriptivo-cuantitativo, con un universo de 456 estudiantes de enfermería que realizaron prácticas en simuladores clínicos, en la Universidad de Cuenca. Se tomó una muestra aleatoria de 141 estudiantes. Se recolectó los datos mediante la encuesta validada por Ángela Astudillo. Para el análisis se utilizó SPSS versión 20. Los resultados se presentan en tablas de frecuencias, porcentajes y gráficos.
RESULTADOS: prevaleció el sexo femenino por el 78.7%, estrato de edades 19-23 años, media 22.97 años. Según la Satisfacción por la simulación, señalan que el método es útil (86.4%), mejora la competencia clínica (64.6%), desarrolla el razonamiento crítico y la toma de decisiones (75.9%), permite la comunicación, trabajo en equipo (74.5%), motiva el aprendizaje (71.6%), ayuda a priorizar situaciones (74.5%), a integrar teoría-práctica (65.9%), y permite la adaptación de conocimientos teóricos (71%).
CONCLUSIONES: prevaleció un nivel medio de satisfacción con la aplicación de la simulación clínica como método de enseñanza aprendizaje en enfermería en las dimensiones metodología, trabajo en equipo y comunicación así como en experiencia clínica.
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