Summary: | La narrativa del guayaquileño Jorge Velasco Mackenzie se caracteriza por recrear la marginalidad oculta en algunos espacios de la urbe porteña: barrios, calles y plazas. En la obra El Rincón de los Justos (1983) se hace aún más evidente esta temática, pues la historia narra la vida de un populoso barrio de la ciudad de Guayaquil, la Matavilela. A partir de lo anterior, se construye el imaginario de la cantina, como un espacio en el que habitan seres como borrachos, prostitutas, mendigos, obreros, artistas, entre otros. Es decir, la cantina constituye un espacio de la diversidad.
Si pensamos que una de las finalidades de la literatura es la creación de alteridades, Velasco Mackenzie, precisamente, recrea el imaginario de la cantina con el fin de visibilizar estos lugares lumpen donde habita la heterogeneidad. Una morada en la que se confunden los roles y las jerarquías, a partir del goce, la fiesta y el carnaval. Esta propuesta se fundamenta en la investigación bibliográfica, a partir de la lectura de textos literarios, críticos y teóricos.
|