| Summary: | Las prácticas de sistemas monetarios alterativos en el mundo han sido diversas a lo largo del siglo XX y un poco menos en lo que va del actual. Se basan en buena medida en las propuestas teóricas de Silvio Gesell y que fueron valoradas positivamente por teóricos económicos de renombre como Irving Fisher. Estas propuestas surgen principalmente como consecuencia de las críticas y fallos encontrados en la dinámica del sistema monetario convencional, y que también buscan ser un contingente para suavizar los efectos generados por una crisis económica.
A inicios de la década del 2010, en Ecuador se trató de implantar un esquema monetario alternativo en Sinincay, una parroquia rural del cantón Cuenca de la provincia del Azuay, a través de una moneda denominada Unidades de Intercambio Solidario (UDIS). Este trabajo muestra, desde las precepciones subjetivas de los actores del sistema, las razones por las que este proyecto no tuvo el efecto que generalmente podría observarse con otras experiencias dadas en otros lugares.
La explicación encontrada del declive se debió al desuso de esta moneda, principalmente porque fue un proyecto aplicado bajo escenarios y condiciones que no justificaban un esquema monetario alternativo, según los postulados de Jürgen Schuldt, además de factores internos y externos a la parroquia que influyeron en la poca aceptación del esquema, entre los cuales se puede mencionar: la escasa comprensión de su funcionamiento por parte de los usuarios y promotores; la escasa oferta de bienes y servicios para ser adquiridos dentro de este circuito de comercio; la preferencia por el dólar como moneda de curso legal; el boom mediático que emergió en su momento en el país, entre otros.
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