Summary: | Desde hace años atrás, las principales actividades
económicas a las que se dedica la población de la
parroquia de Yangana, provincia de Loja, son la
agrícola y ganadera. La agricultura está perdiendo
valor y se está considerando como un trabajo
esporádico mal remunerado, cuando pudiera ser
visto como una atracción que permita promover el
desarrollo económico a través del turismo.
En Yangana existe un gran potencial turístico pero un
manejo inadecuado del mismo. La gestión turística ha
sido, por varios años, manejada por los estamentos
públicos dejando a un lado la participación de la
comunidad, siendo sus habitantes quienes dominan
la riqueza natural y cultural tangible e intangible del
lugar. Esto provoca que Yangana no sea considerado
como un principal lugar turístico a pesar de su riqueza.
Además, se evidencia la falencia de espacios turísticos
apropiados que cuenten con servicios básicos en
condiciones adecuadas para los visitantes.
Es necesario entender el concepto de agroturismo
de una manera más amplia, no sólo como un lugar
de alojamiento, sino como un producto turístico
completo que incluya, además de alojamiento,
actividades recreativas, lúdicas y de ocio que ofrezcan una experiencia completa, haciendo hincapié en las
actividades relacionadas a la faena del campo; de manera
que incentive el intercambio cultural y de conocimiento,
recuperando y poniendo en valor el patrimonio material
e inmaterial, además de ir dinamizando la economía
agrícola y artesanal complementando así a la turística.
El presente trabajo es una respuesta para solventar
dicha falencia. Consiste en una propuesta a nivel
de anteproyecto de un complejo agroturístico que
surge a partir de un análisis del sitio desde lo macro
a lo micro, completándose con análisis de casos de
estudio, hasta finalmente obtener un equipamiento
que ofrece un modo de turismo no convencional que
incluye alojamiento, actividades relacionadas con la
faena del campo y cuyas principales estrategias son las
de respetar y potenciar, mediante la arquitectura, los
valores agrícolas, tradiciones constructivas, aspectos
sostenibles y entorno natural. Se obtiene este espacio de
intercambio en donde se ofrecen todas las comodidades
de un hotel urbano con un valor agregado, brindando
un beneficio mutuo tanto a la población nativa como
a los turistas; convirtiéndose en un atractivo turístico y
reactivando el turismo de la zona.
|