Summary: | La interrupción voluntaria del embarazo en contextos de penalización representa un
riesgo para la vida de las mujeres y en Ecuador, si no se demuestra que el embarazo es
producto de una violación, no es posible acceder a servicios de salud para interrumpir de
manera voluntaria un embarazo, por lo que la punibilidad no disuade a las mujeres de no
abortar, al contrario, las obliga a hacerlo en sus casas o lugares clandestinos, ilegales e
insalubres.
El personal de salud es un sector importante de estudio en relación al ejercicio de
los derechos reproductivos de las mujeres, ya que en su práctica profesional se encuentran
con casos de Interrupciones Voluntarias de Embarazos, por lo que es necesario establecer
una línea correlacional frente a lo que las y los futuros/as médicos/as de la Universidad de
Cuenca manifiestan en sus discursos frente a la maternidad y paternidad, vinculándolo con
sus creencias de índole religiosa-católica que representa una influencia notoria frente a la
sanción jurídica y social de la IVE.
El desconocimiento en relación a los derechos reproductivos, así como del marco
normativo en torno al uso de la objeción de consciencia y la atención de las emergencias
obstétricas, y la reproducción de estereotipos de género en los discursos frente a maternidad
y paternidad por parte del personal de salud, representan un obstáculo en el ejercicio de la
autonomía de los cuerpos de las mujeres.
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