Summary: | La contaminación por plásticos en el planeta se ha incrementado
en las últimas décadas, siendo así que en la actualidad millones de
toneladas de residuos llegan a nuestros nuestros océanos,
altenando la flora y fauna marina. Asimismo, una gran cantidad de
desechos plásticos son arrojados en quebradas, ríos y lagos,
alterando gravemente el ecosistema.
Solo en la Ciudad de Cuenca en el año 2019 según los datos de la
EMAC EP se recolectaron 123,58 Ton de residuos inorgánicos y de
estos el 59,30 % se lo cataloga como al material aprovechable. Del
total recolectado el 19,32 % (23,88 ton) corresponde al plástico
blando y rígido.
En base a estos antecedentes, se ha planteado la posibilidad de
reutilizar ciertos residuos inorgánicos, en este caso polímeros PET, en
la fabricación de bloques para mampostería no estructural. Estos
sustituirán en un porcentaje a los agregados gruesos. Por lo que se
realizaron diferentes ensayos para conocer la materia prima y así
dar con la dosificación ideal que sirva para elaborar bloques no
estructurales y que cumplan con la normativa ecuatoriana vigente.
Los bloques que cumplieron con la resistencia neta mínima a la
compresión simple, menor densidad y porcentaje de absorción de
agua y costo de fabricación, fueron los que se elaboraron con un
contenido de PET al 50 %, por lo que son óptimos para su uso en la
construcción. Además, al ser elaborados con elementos livianos,
estos bloques cuentan con una gran ventaja y es su densidad. Esto
aporta a reducir las cargas muertas de la mampostería a la
estructura de la edificación.
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