Summary: | En Ecuador, el 94% de figuras parentales responsables del
cuidado en primera infancia son mujeres. El rol de cuidador dentro del hogar
no suele ser valorado como un tipo de trabajo productivo, más bien se
estigmatiza al trabajo de cuidados como un rol natural que las mujeres deben
cumplir. Desde esta problemática, el objetivo de la investigación es analizar la
relación social de género que existe en la configuración de competencias
parentales de familias del Azuay cuyos hijos asisten a programas de
Desarrollo Infantil del MIES, a partir de los enfoques teóricos de la Economía
del Cuidado y la Parentalidad Positiva. El estudio es de carácter cuantitativo,
con un análisis descriptivo y una aplicación inferencial en la segunda hipótesis;
el instrumento del cual se obtuvieron los resultados corresponde a la Escala
de Parentalidad Positiva, mientras que la muestra se conformó de 480 familias
de la provincia del Azuay, pertenecientes a los quintiles 1 y 2 de pobreza, que
participan en programas de Desarrollo Infantil Integral como CNH y CDI; el
análisis de la información se realizó mediante la aplicación de estadística
descriptiva e inferencial. Entre los resultados se determinó que en el Azuay el
trabajo de cuidados se relaciona a patrones culturales determinados por el
modelo de división sexual del trabajo, produciendo una dicotomía en
responsabilidades de cuidado y crianza. La sobrecarga de responsabilidades
tiene implicaciones psicosociales en las mujeres, pues limita su tiempo de
descanso, acceso a otras actividades y perpetúa la desigualdad de género.
La asignación histórica de la crianza de niños/as ha generado que el trabajo
de cuidados sea invisibilizado en la esfera política y económica, a pesar de
ser una actividad fundamental para el sistema de sostenibilidad de la vida.
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