Summary: | En la década de 1930, la influencia de corrientes de pensamiento progresistas como el catolicismo social, el higienismo y la modernización de las urbes, enmarcó a la Iglesia católica como uno de los principales promotores de barrios obreros en Quito. En estos procesos de producción espacial se destacaron los proyectos residenciales promovidos por la Orden de Predicadores de Santo Domingo, en los cuales se puede evidenciar la participación de distintos actores sociales motivados por intereses particulares para modificar las condiciones materiales y morales del grupo obrero. Las relaciones socioeconómicas y políticas, y el criterio de estos agentes se tradujeron al espacio físico de los barrios, imprimiendo características específicas en sus tejidos urbano y residencial. A partir de 1945, con la incorporación de los nuevos modelos de planificación urbana moderna, este tipo de producción social del espacio se vio interrumpido; instaurándose el primer Plan Regulador de Quito como una herramienta cuyas propuestas segregacionistas fueron planteadas en los barrios obreros dominicos, priorizando el diseño funcional del espacio sobre el tejido de las relaciones sociales. En esta investigación se pretende identificar los componentes físicos y sociales de la producción dominica de barrios obreros caracterizada por la participación de distintos actores urbanos organizados a través de la entidad benéfica “Sociedad Cultura de Obrero” cuya gestión permitió promover, financiar, proyectar, construir y beneficiarse de estos proyectos de vivienda; asícomo la postura del Plan Regulador de Quito en torno a la identidad, la conectividad y la relación de estos barrios con la ciudad.
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