Summary: | Uno de los principales parámetros de entrada en una modelación hidrodinámica 2D, es el
coeficiente de rugosidad. Para establecer su valor se usa diversos recursos, tales como:
ecuaciones empíricas, tablas y fotografías. Sin embargo, cuantificar su valor para morfologías
de un río de montaña puede generar error de hasta un 30%, debido a que la resistencia al
flujo es un fenómeno complejo. En el presente trabajo se evaluó el desempeño de varias
metodologías para predecir el coeficiente de n de Manning; con este propósito se introdujo
una incertidumbre al variar el coeficiente en +/-10% y +/-30%. Tres zonas con alta variabilidad
morfológica pertenecientes al río Quinuas fueron seleccionadas para la obtención de datos de
campo. La evaluación se realizó a través de la comparación de calados de agua medidas en
campo versus las alturas de agua promedio generadas en los modelos hidrodinámicos
bidimensionales. Las metodologías adimensionales resultaron tener un mejor desempeño
para predecir los coeficientes de rugosidad, usar una u otra metodología no representa cambio
significativo para una misma morfología y caudal. Sin embargo, las demás metodologías, en
ciertos casos, muestran un desempeño similar a las metodologías adimensionales. La
morfología cascada registra menos sensibilidad a la variación de los coeficientes de
rugosidad, seguido por la morfología grada, y con una mayor sensibilidad registra la
morfología lecho plano. Adicionalmente, a nivel general, las metodologías presentan una
tendencia; existe un menor desempeño para las condiciones: caudales bajos, morfologías con
menor pendiente de lecho y para valores bajos en los coeficientes de rugosidad.
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