Summary: | El tomate de mesa es un alimento consumido a nivel mundial, se conoce que representa el
30% de la producción hortícola mundial; asimismo, a nivel nacional su consumo es en
grandes cantidades, por lo que su producción en el país ha aumentado, sin embargo, uno de
los problemas más comunes es el cuajado en la etapa de floración, disminuyendo la
producción si las condiciones externas o internas no son favorables para el cuajado, las flores
caen después de la antesis e incluso después de la polinización, por lo que es de importancia
mejorar el rendimiento de este. El objetivo de este estudio fue probar tres biorreguladores
Cytoquin®, New Gibb y Brasinolide, en distintas dosis al aplicar en flor abierta y flor cerrada,
se lo llevó a cabo en el cantón Paute, sector de Secay, una zona que es conocida por la
producción de tomate. Los resultados muestran que en todas las variables tanto en flor abierta
y cerrada hubo diferencias significativas (p-valor < 0.05). Se evidenció que existe una
tendencia de obtener mejores resultados de algunas variables al aplicar los biorreguladores
en flor cerrada. La aplicación de New Gibb en concentraciones de 1250 mg/l en flor cerrada
obtuvo el mejor rendimiento, sin embargo, este deformó el fruto. El mejor biorregulador en
diámetro fue el Brasinolide en dosis de 0,0625 mg/l en flor cerrada. Brasinolide 0,0625 mg/L
fue el mejor biorregulador aplicado en flor cerrada permitió obtener mayor peso, mientras que,
en rendimiento Brasinolide 0,0625 mg/L en flor cerrada y Cytoquin 2,25 ml/L en flor abierta
obtuvieron resultados muy similares. Esta investigación sugiere que es mejor aplicar los
biorreguladores en flor cerrada pues permite que el fruto tenga mejores características y a su
vez es un punto de partida para realizar otras investigaciones en esta etapa fenológica de la
planta.
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