Summary: | Educación y adoctrinamiento fueron sinónimos hasta inicios del siglo XX en el mundo
anglosajón y en nuestra región hasta a inicios del presente siglo. Los criterios para separar
ambas palabras fueron arduamente debatidos, siendo los de contenido, método,
intenciones (fines), consecuencias e institución. Me he esforzado por mostrar lo
problemáticos e incoherentes que resultan estos criterios. Defiendo la similitud entre estas
dos palabras recurriendo al cuestionamiento de supuestos que necesitan ser repensados,
y establezco la necesidad de que todo docente reconozca el gran elemento de imposición
en la educación-adoctrinamiento como algo no necesariamente malo.
La aproximación a la educación moral facilita la comprensión de esta defensa al
preguntarnos sobre los límites de la imaginación humana y el horizonte que establece
cada sociedad para considerar lo que es deseable o no transmitir a las nuevas
generaciones. En suma, educación y adoctrinamiento siguen siendo dos etiquetas para
señalar el mismo proceso: enseñanza-aprendizaje.
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