Summary: | Debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19, en el Ecuador se establecieron medidas
que pusieron en pausa actividades como el estudio, trabajo, incluidas actividades de
recolección, con el fin de prevenir el contagio. Es así que el presente estudio trata de cómo
los hogares de las parroquias rurales Sinincay y El Valle pertenecientes al cantón Cuenca,
realizaron la gestión de sus residuos sólidos durante y después de la emergencia sanitaria.
A través de encuestas, entrevistas y observación participante a habitantes de las
parroquias, funcionarios de EMAC y recicladores de base, se obtuvo que alrededor del 50%
de los encuestados el residuo sólido más producido es el orgánico, el cual se emplea en
comida de animales o abono, y menos del 20% de los hogares encuestados en cada
parroquia recicla y separa sus residuos, además, los hogares no entregan directamente
material reciclable a los recicladores y el miembro del hogar que más se dedica a realizar
las actividades de disposición, reciclaje y separación es la madre. También se conoció que
los proyectos piloto que se están llevando a cabo en estas parroquias para aprovechar los
residuos orgánicos no están pensados para ampliarse, ya que el presupuesto designado a
los GAD no cubre los gastos necesarios para hacerlo. Y los recicladores de base piensan
que su trabajo no es valorado como tal, son discriminados por las amas de casa, no se les
paga lo justo por el material reciclado y piden que los hogares clasifiquen, así no se
perdería tanto material.
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