Summary: | Durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19, los niños enfrentaron bajos niveles de
participación en la educación a distancia, lo que generó problemas al limitar la interacción social
crucial para el desarrollo cognitivo y la asimilación de aprendizajes. En ese contexto, fue
necesario buscar estrategias que permitieran un mejor desarrollo e involucramiento. El objetivo
de la investigación radicó en aplicar un programa interdisciplinario basado en el juego para
mejorar el nivel de involucramiento en escolares de tercer año de básica de la Unidad Educativa
“María Auxiliadora”. La metodología fue un estudio de tipo cuasi experimental, con un enfoque
cuantitativo. La muestra fue aleatoria simple, dividida en dos grupos: 27 estudiantes,
correspondientes al paralelo “A”, que fue el grupo de intervención, y 25 estudiantes del paralelo
“B”, que formaron parte del grupo control; el grupo etario fue de 8 y 9 años. La evaluación se
realizó con la Escala de Compromiso hacia las Tareas Escolares de Rigo y Donolo (2018),
diseñada para el nivel primario. La escala compuso tres dimensiones: afectiva, cognitiva y
conductual. Los resultados indicaron mejoras significativas en el grupo de intervención,
destacando un aumento en el interés por el aprendizaje, la participación activa y el pensamiento
crítico. Aunque los hallazgos fueron talentosos, se señalaron limitaciones, como la muestra
específica y la duración limitada del estudio, que podrían afectar la generalización de los
resultados a otros contextos educativos. La principal conclusión fue que la implementación de
estrategias didácticas diseñadas específicamente para fomentar aprendizajes significativos
mediante el juego demostrado ser efectiva, evidenciando mejoras tanto en los conocimientos
adquiridos como en el compromiso activo de los estudiantes en el proceso educativo.
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