Summary: | Actualmente, las críticas influyen en cómo las personas buscan cumplir con las expectativas
sociales para obtener aprobación, llevando a una autocrítica negativa que motiva
comportamientos dirigidos a conseguir validación social, mostrando una faceta empática y
ajustándose a las normas esperadas por los demás. Este proceso implica anular aspectos
menos aceptados similares a la crueldad o antipatía que preferimos ocultar y, la necesidad
imperante de conformidad y aprobación puede llevarnos a perder autenticidad y subestimar
aspectos genuinos de la personalidad. Ante esta situación, nos propusimos abordar esta
conducta humana excesivamente autocrítica, mediante una actualización del abordaje
estético de lo cómico y lo grotesco, con una obra visual surrealista. La dualidad humana se
expresó a través de tres pinturas y un espejo. La figura femenina abstracta (principal)
simboliza la total aceptación de imperfecciones, exhibiendo abiertamente sus facetas "puras"
y "corrompidas", mientras sus contrapartes esconden su lado "cruel y antipático" detrás de
ella, mostrando solamente su lado pertinente y empático. Esto resalta la idea de aceptar
nuestra dualidad con sus imperfecciones y que esta realidad intrínsecamente oscura es
innegable e imposible de disimular u ocultar. Esta representación simboliza la necesidad de
reconocer que, al contemplarnos en el espejo, nos enfrentamos tanto a nuestras facetas
luminosas como a las más oscuras y solamente brillará quien haya aceptado ambas facetas
en su ser, destacando la importancia de la integración y aceptación de las complejidades que
conforman a los seres humanos.
|