Summary: | En la actualidad, la vulnerabilidad infantil resulta un flagelo aún irresuelto. Cuenca, singular
ciudad ecuatoriana en la que urbanísticamente apenas son perceptibles anillos de pobreza
ni evidencias de gran disparidad social, es también un ejemplo de este problema. En este
contexto, nos propusimos representar visualmente niños cuencanos en condiciones de
vulnerabilidad social, mediante una apropiación contemporaneizada de Niños jugando a los
dados (ca. 1665-1675), de Esteban Bartolomé Murillo, para una concienciación en torno al
problema irresuelto de la pobreza, tras siglos de desarrollo científico y tecnológico. Así,
nuestra obra resulta de la exploración en los entornos mercantiles de Cuenca —lugares
donde se manifiesta mayormente esta cruda realidad— y del manejo de lenguaje barroco del
artista español tomado como referente para el tratamiento del tema. Se representan tres
niños, de tantos que incluso alternan tareas laborales, en momentos de recreo con los objetos
de su alcance. De la obra de Murillo a la presente, hay cambios sustanciales de ambiente:
ahora se representa la arquitectura cuencana en su vertiente moderna, como estrategia de
reubicar el problema cuatro siglos después. Se aproximan las obras, sin embargo, en la
apropiación de la gestualidad, en la cromática y en el efecto tenebrista, determinantes. Todo
se dirige a propiciar una experiencia estética emocionalmente empática, que pretende
contribuir a una concienciación ciudadana para una transformación social.
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