Summary: | Tanto las situaciones de crisis como las emergencias nos enfrentan con múltiples y diversas realidades, las cuales generan una serie de problemáticas que deben ser atendidas con los mejores recursos disciplinares y abordadas por profesionales, una muestra de ello se encuentra en la actual crisis generada por la pandemia Covid-19. Por ello, la figura del profesional de la Educación Social resulta fundamental, en cuanto a conocimientos y recursos para dar respuesta a las necesidades y cargas emocionales derivadas de ésta como la incertidumbre, el miedo personal y colectivo y fruto de ello; la ansiedad, el estrés y la tristeza están acompañando a la población global, sumergiendo a los colectivos más vulnerables en una gran indefensión. Asimismo, cabe esperar que habrá quienes afronten la situación con mayor dificultad y adaptabilidad a las nuevas circunstancias generadas por la pandemia Covid-19, máxime
si estas están acompañadas de condicionantes como la edad, la cultura, el nivel de formación y el nivel socioeconómico. La propuesta de intervención parte de la comprensión y la necesidad de fomentar mejoras socioeducativas a través de potenciar la propia Inteligencia Emocional, pues ésta aumenta la confianza y el optimismo y, por ende, las posibilidades de adaptación para poder afrontar la afectación psicofísica y el perjuicio que la pandemia ha generado en la mujer. Por estas razones, se propone una intervención desde la visión de la Educación Social:
a) Destinada a la Salud Psicoemocional y Afectiva desde el propio desarrollo personal.
b) Para mujeres de etnia gitana, por las múltiples desigualdades a las que son sometidas.
c) A través de potenciar las bondades de la Inteligencia Emocional.
d) Con una alternativa Intergeneracional.
e) Realizada con una metodología participativa.
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