Summary: | El mango (Mangifera indica L.), en la zona de la costa malagueña y granadina, se ha
impuesto como el segundo cultivo subtropical más importante después del aguacate. Su
introducción y comercialización se produjo en los años ochenta (Guirado Sánchez, 2014),
más tarde que en el caso del chirimoyo, el níspero o el aguacate (Ávila Cano, 2015). Desde
entonces, la superficie plantada no ha dejado de crecer, continuando una tendencia actual
al alza. En la actualidad el cultivo del mango en el sur peninsular cuenta con una superficie
aproximada de 5.000 ha (Hermoso González et al., 2018).
El oídio o ceniza del mango es una de las enfermedades más extendidas en las zonas
de producción del mango (Ploetz, 2003), siendo a su vez de uno de los principales
problemas fitosanitarios de este cultivo en Andalucía (Ávila Cano, 2015). El agente causal es
un hongo ascomiceto del orden de los erisifales, Oidium mangiferae Berthet. La enfermedad
incide especialmente en la floración, lo que causa grandes daños, llegando en algunos casos
a la pérdida de la práctica totalidad de la cosecha (Torés, 1997).
Existe una necesidad de búsqueda de sustancias activas y productos fitosanitarios de
bajo riesgo para los cultivos, así lo ha determinado la Comisión Europea adoptando el 20 de
mayo de 2020 la Estrategia "de la granja a la mesa" para un sistema alimentario justo,
saludable y respetuoso con el medio ambiente. Esta estrategia establece como objetivos
reducir el 50% del uso de productos fitosanitarios y el riesgo de estos. En consecuencia, y
para cumplir con las disposiciones legales que implementan estas estrategias, se
incrementará la demanda de productos fitosanitarios de bajo riesgo.
El objetivo del trabajo es evaluar la eficacia de diferentes tratamientos fitosanitarios,
autorizados para el cultivo y compatibles con la producción ecológica, contra el oídio del
mango, bajo condiciones de infección natural.
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