Summary: | España se convirtió en líder en el fomento de las energías renovables entre 1998 y 2012. El notable incremento en la introducción de unidades de generación producidas con energías renovables (principalmente solar y eólica) se basó en un generoso sistema de primas, junto con un prima adicional al precio de la electricidad en el mercado. Esos subsidios a las energías renovables fueron pagados por los consumidores de electricidad y ascendieron a una cantidad grande, casi igual a los costos de distribución. En el sistema eléctrico español los precios son cobrados por los proveedores que, a su vez, deben pagar los costes del sistema (producción, transporte, distribución y otros costes regulatorios, como los costes de fomento de las energías renovables). El sistema experimentó un déficit, ya que los precios pagados por los consumidores no fueron suficientes para cubrir todos los costos. El déficit se agravó con la crisis financiera y económica iniciada en 2008. La reacción del Gobierno fue reducir progresivamente el importe de las subvenciones a las energías renovables. Esto llevó a disputas jurídicas en los tribunales y antes instancias arbitrales intrenacionales. Mientras que los inversores no tuvieron éxito en los tribunales nacionales, varios casos de arbitraje internacional han condenado a España.
|